hayaHemos escuchado la semana pasada la decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya respecto de la cuestión preliminar planteada por Chile, en cuanto a la competencia de la corte.

Lo que la Corte ha planteado deja las cosas exactamente igual que cuando Bolivia presentó su demanda.  La Corte ha dicho que es competente para resolver el planteamiento de Bolivia que  que busca a obligar a Chile a negociar.

Yo quisiera recordar que Chile ha permanentemente conversado estos temas con Bolivia. Esa fue la política que se desarrolló durante los 6 años en que fui presidente de Chile;  la continuó la presidenta Bachelet y luego el presidente Piñera.  En consecuencia fue Bolivia la que en un momento dado decidió suspender el diálogo y recurrir a la Corte de Justicia de La Haya.

El que nos sentemos nuevamente a conversar a partir de un fallo de la Corte, no significa que ese diálogo tiene un resultado específico. Por lo tanto, Chile puede seguir conversando si así lo obligara la Corte en el juicio de fondo que durará un par de años y en el Chile presentará cuáles son sus puntos de vista.

La Bolivia de 1825 cuando nace a la vida independiente, era un país que tenía 2.300.000 kilómetros cuadrados. Hoy Bolivia es un poco más de 1.00.098 kilómetros cuadrados. Bolivia ha perdido una enorme cantidad de territorio, más de la mitad y de esa pérdida del territorio boliviano Chile responde por el 11%. que significan 121.000 kilómetros cuadrados. El otro 89% del territorio del boliviano que por distintas razones ha perdido, hoy corresponden a Brasil, Perú, Argentina y Paraguay. En consecuencia, lo primero que tiene que señalar Chile es si el planteamiento boliviano implica también entrar a resolver algunos de los otros límites o territorios que Bolivia ha perdido. A su vez, esta obligación de conversar para tener un acceso soberano, implicaría revisar todos los tratados vigentes, incluyendo el de 1904.

La decisión de la Corte llama a conversar y Chile siempre ha tenido esa voluntad. Durante mi gobierno tuvimos largas negociaciones para dar acceso no soberano a Bolivia para que pueda sacar gas y exportar en condiciones tremendamente favorables para ellos.

El país debe tomar con tranquilidad lo que sigue. La incompetencia de la Corte fue acordada por la mayoría de la ciudadanía y autoridades chilenas para señalar a la Corte nuestra disconformidad de querer a someter a juicio, un tema que se resolvió décadas antes que la Corte entrara en funciones en 1948.

Este resultado no cambia para nada la realidad de Chile porque no está en cuestión la cesión territorial de ningún kilómetro de Chile para Bolivia. Sí tenemos que explicitar a América Latina y al mundo los esfuerzos que hemos hecho por encontrar una solución adecuada. No ha sido Chile quien rompió las relaciones diplomáticas con Bolivia y Chile mantiene la misma voluntad para tener relaciones diplomáticas normales.

Asimismo el país tiene un compromiso con los organismos internacionales. Somos un país pequeño, debemos luchar para que exista un estado de derecho a nivel internacional y, este debate, así como se está llevando, es el adecuado en términos jurídicos y en términos de derechos. Por esto mismo Chile y los chilenos tenemos que estar tranquilos de que estamos haciendo las cosas bien.

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