Hoy, este Consejo del Partido Por la Democracia* tiene lugar en un momento complejo y difícil para Chile, muy distinto al que tuvimos cuando convocamos a la fundación del partido para derrotar una dictadura, abrir espacios a la libertad y preservar el diálogo ciudadano.

Ahora, 25 años después, enfrentamos desafíos mucho más profundos. Hace mucho tiempo que no teníamos una crisis política como la que enfrentamos hoy. La ciudadanía ha perdido confianza en los partidos políticos; en sus dirigentes y en nuestra capacidad de liderazgo. Por esto la sociedad exige una nueva forma de hacer política que implica hacer frente al fin del clientelismo; asegurar transparencia en nuestras actitudes; separar claramente la política y el dinero y velar porque ningún sector del Estado esté capturado por grupos de interés.

Para abordar estos desafíos tenemos que generar consensos entre todos los sectores porque decir ¡No a la corrupción! o ¡No a la colusión! no es tarea de derechas, ni de izquierdas, sino que de todo un país, donde los partidos tienen la obligación de interpretar la voluntad ciudadana. Asimismo los partidos políticos deben responder con todos sus esfuerzos a la demanda por castigar a los que abusan de sus posiciones de poder. Es en el impulso de estas acciones donde radica el rol fundamental de los partidos para recuperar las confianzas y enfrentar la crisis.

Junto con este esfuerzo por recuperar la legitimidad de las instituciones políticas, estamos en un lugar privilegiado para volver a pensar en el futuro de nuestra patria. El Chile de hoy, porque ha avanzado mucho, es distinto al de hace diez años y como partido, a partir de lo que hemos hecho, nos hemos ganado el derecho de pensar responsablemente el futuro del país . Entonces, ¿Cómo hacemos para recuperar el crecimiento económico?, ¿Cómo generamos la infraestructura que necesitamos para comunicarnos con el mundo?, ¿Cómo hacemos de Chile un país a la cabeza de la revolución digital en la región?, ¿Cómo hacemos para tener un sistema tributario que haga una diferencia en la distribución de ingresos? Desafíos hay muchos y nos debemos abocar a todos ellos, al mismo tiempo que tenemos que regenerar las instituciones públicas.

Para avanzar en estas tareas y, bajo una mirada a largo plazo, el Partido Por la Democracia está organizando cuatro grupos de trabajo: en el ámbito económico, de inclusión social, de sustentabilidad y de infraestructura. Esta es una forma de volver al sentido fundacional profundo de nuestro partido: colocar al ser humano en el centro de nuestro quehacer para que todos, iguales en dignidad, tengamos políticas públicas dirigidas al hombre y la mujer.

Actualmente la derecha, banal y simple en sus propuestas, cree que todo lo soluciona el mercado, sin entender que las catedrales cayeron con el muro de Berlín el ´89 y que el neoliberalismo mostró los pies de barro cuando fue incapaz de enfrentar la crisis del 2008. En este sentido la derecha se ha pertrechado en ciertas concepciones ideológicas que no se condicen con el mundo de hoy.

Por eso, son nuestras propuestas las que hoy día tienen legitimidad ante el país y así como ayer se llamó a combatir una dictadura, el Partido Por la Democracia debe liderar el combate contra las malas prácticas que llevan a que la ciudadanía mire con desconfianza el quehacer político. ¿Cómo? discutiendo ideas y no eslóganes y haciéndose eco de las demandas ciudadanas.

Para recuperar las confianzas, este y todos los partidos deben enfrentarse unidos con un propósito común y dialogar para decir basta de corrupción, basta de abuso de poder, basta de una ciudadanía que no cree en el cinismo de los partidos y así responder, con altura de miras, a lo que el país espera de nosotros.

* Palabras pronunciadas durante el Consejo del Partido Por la Democracia, 16 de julio de 2016.