23Dic
2014
Escrito a las 6:46 pm

Hace unos días un hito histórico selló el año de lo impredecible. Estados Unidos y Cuba volvieron a restablecer relaciones diplomáticas.  Así, de un día para otro, culminaron más de 50 años de hostilidades y comenzó una nueva era en la que se impone el diálogo y el encuentro.

Celebro esta noticia de cierre de 2014, un año sorpresivo, en el que nadie pudo prever sus principales hitos. Cuando pienso en estos 365 días que pasaron, no digo que cambió el mundo, pero sí definitivamente estamos frente a nuevas realidades. Si volvemos al 1 de enero del 2014,  ¿quién se hubiera imaginado que Rusia se apropiaría sin ningún obstáculo de Crimea? ¿Cuándo pensaríamos que el presidente de China Xi Jiping firmaría con Barack Obama un acuerdo para disminuir en más de un 20% la emisión de gases invernadero? Hasta mayo, la sigla ISIS no significaba nada para el mundo. Y jamás hubiéramos pensado que Alemania golearía  7 -0 a Brasil, el anfitrión de la Copa del Mundo.

Pero vamos por orden. El año comenzó agitado. Vladimir Putin, en una acción fulminante, anexionó a Crimea. Esta invasión, que desestabilizó Ucrania, provocó que Europa Occidental y Estados Unidos impusieran duras sanciones económicas a Rusia, la que ahora termina 2014 con su peor crisis monetaria desde 1998.

ISIS por su parte surgió de la noche a la mañana, sin que ningún servicio de inteligencia fuera capaz de advertirlo. El Estado Islámico se convirtió en una gran fuerza militar que invadió territorio iraquí y sirio, y hoy millones de personas están bajo el dominio de un califato. El surgimiento de ISIS en el orden mundial generó un cambio de correlaciones inesperadas y, hasta ahora, increíble. Eternos y acérrimos enemigos como lo eran Irán y Estados Unidos se unieron en el mismo bando en contra del Estado Islámico.

Si hubiera que nombrar a un personaje del  año, este sería el presidente de China Xi Jinping.  A partir del contrato millonario de 40.000 millones por suministro de gas que firmó con Rusia,  Jinping concretó otros dos hechos sustantivos para el futuro orden mundial. En el marco de la APEC se reunió sorpresivamente con el primer ministro japonés Shinzo Abe para buscar un acuerdo sobre la disputa en torno al archipiélago Senkaku/Diaoyu y selló la Cumbre con un histórico pacto con Barack Obama en el que acordaron tomar medidas específicas y con fechas concretas  para hacer frente al cambio climático.

Como trastienda continuaron aquellos acontecimientos que ya tenían historia. La guerra civil en Siria, la crisis del euro o las elecciones presidenciales en América Latina con el triunfo de Tabaré Vázquez, Evo Morales y Dilma Rousseff, entre otros.

Sin embargo, la mayoría de los hechos mencionados no existían a principio de año y eran imposibles no sólo de prever, sino también de imaginar. El 2014 nos mostró que un avión puede ser derribado impunemente; que un grupo de terroristas puede secuestrar a más de doscientas niñas en Nigeria y que miles de niños quedan huérfanos por el Ébola. La gran ausencia es, entonces, la de un grupo civilizatorio que pueda poner orden y establecer la paz respetando el diálogo y las diferencias. Hay que ver cuánto de esto perdura para lo que será, creo, un 2015 más predecible.

Un comentario

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Christopher Salazar
10.01.2015 a las 19:04 Enlace Permanente

Este 2015 debemos aprender, por fin de la historia, y conectar los temas domésticos de Chile con los que condicionan el orden mundial.
Tomando en consideración que Rusia es el sustento energético de la UE y que Estados Unidos quiere que se camine hacia una independencia energética buscando otras alternativas, para así actuar libremente frente a cualquier conflicto, es que Chile debe actuar de la misma forma.
Chile no es el vecino preferido del barrio y dependemos de combustibles fósiles para nuestro «desarrollo». El punto es ver si necesitamos seguir buscando combustibles fósiles, o buscar nuevas energías o redireccionar el modelo neoliberal que se alimenta de forma desproporcionada de estos recursos.
Chile será un país más libre si buscamos un camino hacia lo escencial que nos une a los hombres, no hacia lo que nos separa y nuevamente aprendiendo de los acontecimientos internacionales, porque un estado unitario se mantiene si hay un respeto a los derechos civiles que incluyen a las religiones, etnias y minorías, porque sigo cuestionando que las mayorías sean los dueños de la verdad, ya que hay verdades que son más aceptables que otras, porque somos incapaces de verlas.
ISIS es un problema mundial y Chile debe contribuir a detener esta ola de violencia.
Finalmente creo que debemos ser tan amigos Washington como de Uruguay, Bolivia y Brasil para que exista un desarrollo mas cercano a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se pueda avanzar en base a la cooperación y una mayor integración regional.

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