Lee Kuan Yew (1923 - 1915)

Lee Kuan Yew (1923 – 1915)

Como todos los primeros domingos de cada mes, comparto un extracto de la columna en el diario argentino Clarín: Las lecciones de Singapur y de su lúcido guía, Lee Kuan Yew :

(…) Se habla tanto del milagro de Asia. Allí hay todo tipo de milagros, de países grandes como China, de países complejos y difíciles como Indonesia, de países como Japón y Corea que marcaron el inicio del resurgimiento de Asia. Pero también está Singapur, pequeña isla en el estrecho malayo, que supo salir de la carencia total al éxito en el escenario global. ¿Cómo lo hicieron? Teniendo liderazgo, teniendo una estrategia de desarrollo, un proyecto de unidad nacional y una identificación de sus ventajas comparativas. Hacia finales de la década de los cincuenta en el siglo pasado, Singapur era una colonia pobre, no sólo por la pobreza de su gente sino porque carecía de recursos naturales (…)

Tras el fin del colonialismo británico emergió Malasia en 1963 como una federación de once estados. Lee Kuan Yew era uno de los líderes y reclamaba para Singapur una representación concordante con su influencia y peso político en la nueva etapa. Dado el sistema acordado, le dijeron que no. Y allí tomó la decisión más audaz: Singapur sería independiente. Y a partir de ese momento, comienza la era de un gobernante que muchos han considerado como uno de los más brillantes y pragmáticos de la historia moderna.

Junto con proponerse hacer de Singapur el gran puerto de Asia, vio que era clave integrar a una población mayoritariamente china con los que tenían sus ancestros en Malasia o la India. Tres razas que vivían cada una en su respectivo rincón.

Otra herramienta prioritaria fue la educación y ello se convirtió en proyecto central del nuevo Estado. Si Singapur pretendía ser un lugar clave para los servicios, debía tener la gente preparada para ello. Por eso, en los planes educacionales lo más importante fue la enseñanza del inglés (…) Había una visión de futuro y de los requerimientos para interactuar con el mundo global. Y también la educación se convirtió en política exterior vecinal. Un gran plan de becas para los jóvenes de los otros países cercanos, especialmente de Malasia que tras terminar sus estudios debían quedarse tres años en el país (…)

Impulsó el comercio libre y promovió todas las condiciones favorables para ello. Singapur se convirtió en el gran centro de distribución de todos los productos que se comerciaban en el sudeste asiático. Cuando hoy más de la mitad del comercio mundial tiene lugar en el Asia Pacífico, el 40% de dicho comercio pasa por Singapur. Un país de 3 millones de habitantes, con geografía mínima, puso tanta eficiencia en el puerto, en el acceso que, por lógica, pasó a ser un gran centro financiero. Y, como consecuencia, lleva adelante una política exterior que le da seguridades en su entorno y en el devenir mundial, especialmente en el Pacífico.

Sí, Lee Kwan Yew fue pragmático, asiático y autocrático, para muchos. Pero ahí está el Singapur que soñó, el país que pasó del tercer mundo al primer mundo (…) Sé que en América Latina tenemos problemas muy disímiles y muy diferentes. Sin embargo, a veces es bueno examinar el devenir de otros y sus sabidurías para actuar. Un país puede ser pequeño pero si entiende cuál es su rol en el planeta, también puede ser un faro que ilumine a otros.

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